Dónde comer en Berlín

En general la gastronomía en Berlín ha mejorado mucho. Está claro que no es el mejor ligar del mundo para salir a cenar pero hay bastantes sitios en los que merece la pena parar. Los precios no son disparatados y se puede comer cocina alemana e internacional de calidad en casi cualquier parte de la ciudad.

Para los bolsillos menos poderosos o los que no quieran perder mucho tiempo al mediodía están los puestos callejeros en los que, por lo menos una vez, deberíais pedir una salchicha al estilo berlinés: currywurst, y los Imbisse, que son unos sitios bastante económicos en los que se come de pie. Tanto los puestos callejeros como los Imbisse los hay de comida alemana y también de cocinas más exóticas, es cuestión de buscar un poco y encontrarás algo que te apetezca.

Lorenz. En el Hotel Adlon, Unter den Linden, 77 (T +49 30 2261 1555). Caro, bastante caro entre 90 y 140€ pero es uno de los mejores restaurantes de Berlín: el chef Karl Heinz Hauser prepara unos platos de inspiración tradicional alemana pero con una dedicación a las materias primas y a la delicadeza en la elaboración muy destacables.

Gugelhof. Knaackstrasse, 37 (T +49 30 442 92). Éste es el sitio al que Schröder llevó a Clinton a comer, a resultas de esta visita los precios subieron y el local se llenó de curiosos (cosas que no han gustado nada a los habituales de esta sala) así que lo mejor es ir a la hora de la comida entre semana cuando hay menos gente y los precios son más comedidos -aunque nunca llega a ser barato-. Estas inconveniencias se perdonan cuando los contundentes y sabrosos platos de clásico estilo alemán llegan a la mesa. No te pierdas el chocroute ni el backöfe, excepcionales.

Malatesta. Charlottenstrasse, 59 (T +49 30 864 27 25). Si estás de compras por Friederchestrasse buena pasta y precios razonables. Además por esta zona aparte de hamburgueserías y puesto callejeros no abundan las opciones par comer.

Florian. Grolmanstrasse, 52 (T +49 30 313 91 84). Muy cercano a la plaza Savigny, en la que hay otras muchos sitios, este resulta ser el más recomendable. Bien decorado y según lo que dicen muy frecuentado por la gente del cine y especialmente por Wim Wenders, berlinés de pro. La cocina es de estilo internacional y buena factura.