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Experiencia de viaje a Niza, Venecia, Roma, Florencia y Cannes

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Experiencia de viaje a Niza, Venecia, Roma, Florencia y Cannes

Nota Mié 20 Oct, 2010

Nosotros somos una pareja de estudiantes de Bilbao (España) y nuestra intención era conocer algo de Italia por poco dinero. Así que decidimos hacer un tour con nuestro coche porque pensamos que era la forma más económica.

Como solamente éramos dos y el gasto de la gasolina y autopistas no íbamos a poder dividirlo, llenamos el coche de comida, de forma que no nos hizo falta comprar absolutamente nada durante el viaje. Además llevamos un pequeño tostador para poder hacer sándwiches calientes por las noches :)

Hemos ido diez días en agosto y el resultado ha sido excelente. Os cuento. Desde Bilbao hasta Venecia, Roma y Florencia eran muchísimos kilómetros así que decidimos hacer una parada en la Costa Azul. Nuestro primer destino, por lo tanto, Niza.

Esty & Iñi

Primero, Niza (Francia)

La verdad, Niza es un sitio PRECIOSO. Aparte de tener las típicas atracciones de un sitio playero, tiene un casco viejo muy bonito, con muchísimo ambiente. La mayoría de los restaurantes tienen sus mesas en la calle y hay un montón de tienditas en las que comprar souvenirs.

Allí pasamos dos noches en el hotel Campanile Nice Centre por 69€ la noche (habitación ardoble sin desayuno). El sitio estaba muy limpio y bastante bien situado, junto al museo de arte moderno. Nada más llegar en recepción nos dieron un mapa de Niza y nos explicaron en inglés qué cosas podíamos ver, hasta qué hora estaban abiertos los supermercados y otras cosas útiles. Había que andar un poco para ir a la playa, unos cinco minutos, pero estaba muy cerquita del casco antiguo.

Como llegamos a media tarde, nos dedicamos a pasear por la zona antigua, ver la Plaza Garibaldi, el Jardín Maréchal Juin y darnos un chapuzón en las aguas cristalinas de la costa francesa. AVISO: la playa de Niza es de pedruscos (nosotros fuimos descalzos y sufrimos las consecuencias). El agua era de un azul super intenso y la temperatura del agua era muy agradable. Después subimos a cenar a nuestra habitación y a pesar del cansancio, volvimos a bajar al caso viejo para poder ver Niza de noche (merece la pena). Al día siguiente, nos levantamos temprano y visitamos La Colline du Château, un parque al que se puede subir por unas escaleras o bien en ascensor. Desde él, se divisa todo Niza, además tiene una cascada tificial preciosa. Al bajar visitamos el puerto viejo en el que se encuentran atracados yates muy glamourosos. Por toda esta zona hace muchísimo viento.

Por la tarde paseamos por la Promenade des Anglais (el paseo marítimo de Niza) y vimos edificios característicos que se encuentran en este paseo como el Hotel Negresco y diferentes casinos de la zona. Este día volvimos pronto al hotel porque al día siguiente partíamos hacia Venecia.


Segundo, Venecia (Italia)

El primer día. llegamos a Venecia a media tarde. Es un sitio increíble. Nos hospedamos dos días en Casa Sant Andrea por 77€/noche (habitación doble con desayuno). Este bed & breakfast se encuentra en la misma isla, nada más cruzar el puente que la une con la península. Es un caserón antiguo reformado muy acogedor pero que no tiene ascensor.

Justo al lado hay un parking que cuesta 20 € la noche. Si bien es cierto que se encuentra en la margen izquierda de la isla, está muy bien comunicado. Justo al lado hay una estación de "Vaporetto", qué son los barcos que hacen de autobús. Circular en Venecia con el coche es imposible. Los viajes en vaporetto cuestan 5€, pero es el medio de trasporte más económico de Venecia, después de las piernas.

A pesar de que fuimos con mapa, la magia de Venecia está en perderse e ir descubriendo poco a poco sus encantos. La primera tarde nos dedicamos simplemente a eso. Echarnos a andar por sus calles y ver la cantidad de tiendas de máscaras y de cristal de Murano que hay.

El segundo día, fuimos a ver las cosas más relevantes de Venecia. Cogimos un vaporetto por la mañana temprano y nos dirigimos por el Gran Canal (desde el que se ven las cosas más importantes de Venecia) hasta la Plaza San Marco, que se encuentra al otro lado de la isla.

San Marco es una plaza enorme que se llena de turistas que dan de comer a los cientos de palomas que allí se juntan. Las cosas más importantes de la plaza son la Basílica de San Marco, el Palacio Ducal, el Campanile desde el que se ve toda Venecia, la Torre del Reloj, que marca 24 horas en lugar de 12, los signos del zodíaco y las fases lunares. La subida al Campanile cuesta 6 € pero las vistas lo merecen.

Después de visitar San Marco, decidimos dar un paseo en las típicas góndolas. La cogimos allí mismo, los precios en función del recorrido son, 80, 100 o 120€. Las góndolas no sirven para desplazarse a un lugar concreto, sino para visitar lugares a los que no se puede acceder con vehículos a motor. Es muy caro pero merece la pena. Si no se monta en góndola hay muchísimos lugares de Venecia que se quedan sin ver. Tiene su emoción pasar por debajo de puentes bajísimos. En Venecia hay un total de 440 puentes. Los gondoleros van contando las cosas que se van viendo, como dónde nació Marco Polo o dónde vivió Casanova.

Después de pasear en góndola visitamos los puentes de Rialto, el de la Academia y el de los Suspiros. En Venecia no merece la pena agobiarse por visitarlo todo. Es mejor pasear tranquilamente y disfrutar del ambiente. Nosotros nos quedamos hasta que anocheció para ver San Marcos de noche. El paisaje cambia completamente y merece la pena.

Tercero, Roma (Italia)

Al día siguiente marchamos hacia Roma donde nos alojamos cuatro días en el hotel Parco Tirreno por 73 €, la noche. Un hotel de lujo que a pesar de estar un poco apartado del centro está muy bien comunicado. El metro y el bus se encuentran justo al lado. Nosotros utilizábamos el bus 46 para ir hasta el centro de Roma. Tardábamos 15 minutos hasta llegar a la Plaza Venecia. Para el bus existen bonos especiales de tres o siete días para la gente que está haciendo turismo. El de tres días cuesta 11 €. De todas formas en el hotel nada más llegar, los empleados de recepción te dan mil explicaciones sobre todo en tu idioma (a no ser que hables suahili).

Tras serias dudas sobre cómo entrar a Roma por la entrada que nos interesaba (en Roma hay algo parecido a la M40 de Madrid (el Grande Raccordo Anulare)), llegamos al hotel a media tarde/noche, así que como andábamos cansados decidimos quedarnos a disfrutar de la pedazo de habitación que nos habían dado y descansar para cargar las pilas para todo lo que nos esperaba en Roma al día siguiente.

El primer día en Roma nos levantamos prontito, y tras 15 minutos de viaje en el autobús número 46, nos presentamos en el capitolio, meta de las entradas triunfales de los generales victoriosos de la antigua Roma. Hay unas escaleras, llamadas "Cordonata” que conducen hasta la Plaza del Campidoglio, todo esto proyectado por Miguel Ángel. Esta plaza se encuentra rodeada por el Palazzo Nuevo y el Palazzo dei Conservatori, que albergan los museos Capitolinos. Dado que no disponíamos de demasiados días, no nos detuvimos en estos museos para poder callejear más por la ciudad.

Después de esto nos dirigimos a la Plaza Venecia, donde se encuentra el Gran Altar a la Patria y el Monumento al Soldado Desconocido, franqueado por guardas uniformados. Una construcción bastante monumental, con un museo de historia italiana en su interior.

Dado que habíamos madrugado, cuando salimos de aquí aún teníamos tiempo de pasear por las ruinas del antiguo Foro Romano mientras con una guía íbamos adivinando a qué se correspondía cada una de las ruinas. Después de esto ya era mediodía, pero decidimos retrasar la hora de comer para aprovechar y ver el Coliseo, algo que nos encantó, no tanto por su belleza, sino por lo majestuoso y lo bonito que era imaginárselo en pleno apogeo cuando éste era el corazón de las fiestas de la antigua Roma. Junto a la entrada del Coliseo nos dieron una entrada para visitar el Palatino (con descuento incluido por ser jóvenes y ciudadanos de la Unión Europea), pero como habíamos dedicado la mañana a las ruinas del Foro, decidimos dejarlo para el día siguiente.

Después de comer en un parque cercano al coliseo los sándwiches que nos llevamos preparados, nos pusimos camino a la Fontana di Trevi. Una pega a la Fontana di Trevi: DEMASIADA GENTE a su alrededor, por lo demás nos pareció preciosa, tanto, que en los días que estuvimos en Roma pasamos varias veces por delante de ella para verla de día y de noche.

Como ya hemos comentado, usábamos el autobús para ir de las afueras de la ciudad al centro, pero todos los desplazamientos pequeños los hacíamos a pie, al fin y al cabo Roma no es tan grande.

De la Fontana di Trevi nos dirigimos a la Plaza de España. Es una plaza que se caracteriza por la cantidad de escaleras que la componen y la fuente que se encuentra abajo del todo: Fontana de la Barcaccia. La Plaza de España ha sido en numerosas ocasiones escenario de diferentes desfiles de moda.

En la cima de las escaleras se encuentran diferentes artistas callejeros. Y al pie de la misma, la fuente y una calle que está repleta de comercios de diseñadores de moda de gran importancia. Al finalizar el recorrido por esta curiosa calle, volvimos a la Plaza Venecia para coger el autobús de vuelta al hotel.

Al día siguiente aprovechamos la entrada del Coliseo para poder ver el Palatino. Son unas ruinas de un palacio antiguo que pertenecía a unos emperadores y que se conserva medianamente bien. Con la ayuda de un libro fuimos deduciendo cuál era cada estancia del palacio e imaginándonos cómo vivieron aquellos emperadores.

Una vez visitado el Palatino, fuimos al Vaticano. AVISO: Para acceder a la basílica de San Pedro y museo del Vaticano es necesario ir debidamente vestidos (con pantalón largo, pirata o falda larga y como mucho manga corta y sin escote). De todas formas, había chicas vendiendo chales para aquellas que llevaban demasiado escote.

En la plaza San Pedro, hay una oficina de información que da panfletos con las horas y precios de cada estancia del Vaticano. Nuestra elección fue visitar en primer lugar la Capilla Sistina. Para poder acceder a ella es necesario hacer una cola inmensa. Y antes de llegar se realiza un recorrido obligatorio por muchísimas estancias de los Museos Vaticanos, para evitar que en la capilla se acumule demasiada gente.

Una vez en la capilla no se puede hablar, ni sacar fotos. A nosotros que no entendemos de arte pues nos defraudó un poco, aunque siempre sorprende lo majestuoso de aquél lugar. Cuando terminamos nuestra visita de la capilla entramos a la Basílica de San Pedro. Es increíblemente grande y bonita. Su entrada es gratuita y tiene un a capilla reservada para las personas que desean rezar.

Después de comer, paseamos por los puentes que pasan por encima del río Tiver y nos dirigimos a la Plaza Navona. Esta plaza está llena de artistas callejeros, haciendo retratos, pintando paisajes, representaciones de marionetas, cómicos, músicos… La plaza tiene forma ovalada y la componen tres fuentes. A su alrededor hay cantidad de pizzerías y restaurantes en los que se hace muy agradable cenar una vez que empieza a anochecer.

A continuación fuimos a visitar el Panteón. Aquí se encuentran los restos de Vittorio Emanuele II, Padre de la Patria. El Panteón es el templo Romano que mejor se conserva. En su interior hay una cúpula con un agujero enorme en el centro, construido de forma que cuando llueve no entra el agua en el interior de la capilla.

Después de visitar el Panteón visitamos la plaza Tritón y paseamos por Vía Veneto, una calle llena de glamour, repleta de hoteles y restaurantes lujosos. Allí entramos en el Hard Rock Café. Para cenar es necesario apuntarse a una lista de espera.

Como queríamos ver la Fontana di Trevi de noche, decidimos volver a la Plaza Navona y cenar allí para deleitarnos con el sabor de una auténtica pizza italiana :) Cuando terminamos de cenar volvimos a la Fontana que seguía tan repleta de gente como por la tarde...

Ya que habíamos esperado a que anocheciera, aprovechamos y visitamos la Plaza España y el Coliseo también para verlos iluminados.

El último día nos lo tomamos de relax y aprovechamos para repasar los sitios que más nos habían gustado, no sin antes subir al Quirinal, un parque desde el que se divisa Roma entera.

Cuarto, Florencia (Italia)

Al día siguiente y con una pena infinita, iniciamos el camino de vuelta, parando primero en Florencia para dos días. Allí nos alojamos en el hotel Orcagna por 67 € la noche (doble con baño y desayuno). El hotel estaba muy limpio y bien cuidado y se encontraba a unos diez minutos del centro andando. La zona en la que estaba era muy buena y pudimos aparcar sin pagar en una zona que tenía el hotel reservada para ellos.

Una vez nos instalamos en el hotel, fuimos a pasear por Florencia con tal mala suerte que nos llovió un poquito. De todas formas pudimos aprovechar y ver en primer lugar el Duomo. Una catedral preciosa, creada con diferentes tonos de mármol. Subimos al campanario, 6 € cada uno por subir ANDANDO 414 escaleras super-estrechas. Una vez arriba, agotados, pudimos ver Florencia desde las alturas y disfrutar del paisaje. Al bajar paseamos por la Plaza de la República, el Palacio Vecchio (en la Plaza Signoria) donde hay representaciones de diferentes esculturas (entre ellas una del David de Miguel Ángel).

Lo siguiente que hicimos fue disfrutar del paisaje de Florencia desde los diferentes puentes que tienen, entre ellos, el Puente Veccio o también llamado el Puente Dorado, porque su interior está repleto de joyerías.

Al día siguiente visitamos la Galleria Dell’Accademia en la que se encuentra entre otras obras incompletas de Miguel Ángel, el David original. La verdad, es impresionante. La entrada cuesta 10 €. Al finalizar la visita vimos la iglesia de San Lorenzo y las capillas Medicci, Santa María Novella que estaba en obras, y la iglesia de Santa Cruz.

Para finalizar nuestra visita en Florencia, por la tarde subimos al parque Michelangelo, en el que hay un monumento en honor al artista, con representaciones de sus obras en bronce. Desde allí se divisa Florencia entera. El paisaje es precioso.

Quinto, Cannes (Francia)

Nuestro último día de vacaciones lo pasamos en Cannes. La verdad es que sólo pudimos disfrutar de una tarde allí. Dormimos allí por la noche y al día siguiente volvimos a Bilbao.

Nosotros nos alojamos en el hotel Little Palace por 58 € por noche (doble con baño). Un hotel chiquitín, muy cerca de la playa, con restaurantes italianos a su alrededor y con varios parkings cerca (25€ la noche). Se encuentra justo en frente de la estación de trenes.

En Cannes no visitamos nada en concreto. Paseamos por la playa, vimos el ambiente y eso sí, vimos el Palacio de Congresos donde se hace el famoso festival de cine de Cannes.

Al día siguiente volvimos a Bilbao. Salimos temprano y llegamos a las 22:00 de la noche.

Resumen económico

* Gasolina: 375'92 €
* Peajes: 271,50 €
* Hoteles: 138 (Niza) + 144 (Venecia) + 292 (Roma) + 134 (Florencia) + 56 (Cannes) = 764 €
* Comida: 100 € aprox
* En metálico (entradas, regalos, etc.): 350 €
* Total:1861,42 € (930,71 € / persona)



Basado en el trabajo de ic, Vanesa Blanco, Jesús y Berta García y Usuario(s) anónimo(s) de Wikitravel Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0

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