Dónde bucear en la Cornisa Cantábrica (Islas Canarias - España)

A partir de la ría de Ribadeo, que separa la provincia de Lugo del Principado de Asturias, da comienzo el tramo de costa norte que podríamos denominar como Cornisa Cantábrica y que finaliza en el Cabo Higuer a la entrada del río Bidasoa, frontera natural con Francia.

En los aproximados 1.000 km. de desarrollo de este litoral encontramos dos zonas perfectamente diferenciadas estructuralmente: la más oriental, cuya morfología está controlada por la prolongación de la cordillera pirenaica, y que abarca las costas de Guipúzcoa y Vizcaya, y la más occidental, dominada por la Cordillera Cantábrica, cuyas estribaciones llegan hasta el mar describiendo el perfil costero de Cantabria y Asturias.



Una de las características fundamentales en la fisonomía del paisaje de toda esta costa son las rasas, largas y estrechas superficies planas que terminan en acantilados de altura variable entre 20 y 150 metros sobre el nivel del mar. Aunque la zona más interesante para observar esta configuración geológica sea la costa asturiana, las rasas están presentes en todo el Cantábrico.

Esta costa, al contrario que la gallega, presenta muy pocos abrigos naturales que sirvan de refugio ante los duros embates de la mar, sobre todo durante el invierno, en el tramo comprendido entre el cabo de Peñas y el río Bidasoa. Tampoco existen grandes islas que puedan mejorar esta falta de resguardos; las pocas que surgen cerca del litoral son de reducido tamaño, muchas veces formadas por los propios desprendimientos de los acantilados cercanos.

La situación geográfica de esta zona, expuesta a duras y cambiantes condiciones meteorológicas, no es la más idónea para la práctica de las actividades subacuáticas, sobre todo por la baja temperatura de sus aguas que raramente alcanza los 18º durante el periodo estival y que llega a descender hasta los 8º en la época invernal.

La transparencia y claridad del mar, condicionada ante todo por ser un mar verde, lo que significa una mayor riqueza de vida y nutrientes en sus aguas, se ve todavía mas restringida por los vientos de componente noroeste y por el mar de fondo que puede presentarse incluso en días en los que reine un tiempo excelente.

Pese a todo, cuando el Cantábrico quiere mostrar todo su esplendor y nos regala alguna jornada sin viento, sin corrientes y con aguas limpias, será difícil que otro mar pueda superarlo en belleza y cantidad de vida.

Entre las dos bellas poblaciones marineras de Ribadesella y San Vicente, una asturiana y cantabra la otra, vamos a encontrar uno de los tramos costeros mejor conservados de todo el Cantábrico debido sobre todo a la ausencia de grandes núcleos urbanos. Su perfil litoral acantilado se abre de cuando en cuando en hermosas playas de fina arena, como Niembro, Cuevas del Mar o La Franca.

Desde el cabo Prieto se puede observar una maravillosa panorámica de toda esta costa, destacando el intenso color verde de los prados y cultivos que llegan hasta casi la orilla del mar.

Bajo sus aguas, la estructura del fondo sigue manteniéndose acantilada, presentando cuevas y cornisas enormes, con grandes bloques de roca producidos por los desprendimientos costeros.

Aunque predominen las algas rojas, como el Gelidium, existe una gran cobertura vegetal formada por comunidades de algas adaptadas a los fuertes embates de las olas.

Los peces costeros se encuentran representados de manera abundante tanto en especies como en número de individuos. Todavía es posible observar grandes ejemplares de congrio y lubina en las gateras y oquedades que se forman en la roca. Las bandadas de sargos también son muy frecuentes, junto a lábridos de gran tamaño, como durdos y tordos, que nadan incesantemente entre la tupida vegetación.

Una de las características de la zona es la presencia de numerosos manantiales submarinos de agua dulce debido a la proximidad del complejo kárstico de los Picos de Europa, lo que hace más interesante la inmersión en estas aguas.

Situado a mitad de camino entre San Vicente y Comillas aparece el frontón rocoso y alomado de Oyambre, flanqueado por la playa de la Rabia, a levante, y la de Merón a poniente. Toda esta zona que suma unas 5.000 hectáreas y comprende una longitud de costa de 30 km., fue declarada en 1988 Parque Natural, ya que enmarca un conjunto de áreas litorales de gran belleza formado por rías, playas, acantilados y dunas. Esta riqueza de ecosistemas posibilita la existencia de gran número de especies animales y un refugio excepcional sobre todo para muchas especies de aves acuáticas.

Los fondos marinos que rodean el cabo están formados por enormes lastras rocosas que dan lugar a pasillos cubiertos de algas con abundancia de fauna. Los bajos de Laña y Torriente, situados a tres millas de la costa en fondos que no llegan a superar los 30 metros, aunque fuera de ellos se sondee mucha mayor profundidad, son los puntos más interesantes de la zona. Sus atormentadas cimas, batidas por la fuerte corriente, se encuentran totalmente desprovistas de vegetación. Sobre ellas nadan constantemente numerosos bancos de fanecas y jureles.



En las grietas y oquedades que se abren en estos cantiles submarinos habitan numerosos representantes de la fauna bentónica, como langostas, cabrachos o bogavantes. Bucear en estos bajos no es fácil, ya que es necesario un buen barco de apoyo, además de unas condiciones óptimas de mar y viento.

Navegando en las inmediaciones de cabo Ajo perderemos de vista las cumbres más altas de la Cordillera Cantábrica a causa del frontón rocoso que forma este cabo con el de Quejo, situado aproximadamente a 2 millas de distancia. Ajo es el punto más septentrional de toda esta costa comprendida entre Ribadesella y Francia, y aparece con un perfil acantilado cuya parte superior está totalmente cubierta por el verdor de los prados. En los fondos de estas aguas podremos encontrar diversos biotopos; desde enormes lastras de rocas producidas por los desprendimientos cerca de la orilla, hasta extensos bosques de algas y arenales, con gran número de piedras, a mayor distancia de la costa, cerca del veril de los 20 metros. Mujoles, lubinas, sargos, durdos y salmonetes son algunas de las especies más frecuentes de peces en estos lugares, a la vez que algún ejemplar de congrio de gran tamaño.

Desde cabo Quejo y la punta del Águila, aunque existan grandes extensiones arenosas que forman espectaculares y bellísimas playas, los fondos submarinos continúan siendo en su mayoría rocosos. La costa hasta Isla se presenta fuertemente acantilada y con numerosas cuevas, por lo que al ser menos accesible conserva una gran riqueza de peces.

En la zona de Ris, en que se alternan fondos de arena, algas, rocas, y pequeños islotes, había una gran cantidad de vida marina pero la fuerte presión turística, que continúa aumentando, ha terminado con muchas de las especies de peces y crustáceos más habituales.

Los pequeños islotes frente a la playa de Helgueras son también de gran interés por los bosques de algas que crecen a su alrededor.

En esta zona, al noroeste de la punta de la Mesa, se encuentra un bajo muy conocido por los pescadores al que llaman el Doble. Su parte menos profunda, en forma de meseta inclinada, se encuentra a unos 15 metros de profundidad. Sus paredes verticales, que descienden hasta los 40 metros, están repletas de una variadísima fauna con formas de gran belleza, como las madréporas y gorgonias.

Punta Sonobia se encuentra en las proximidades de Castro Urdiales, en la desembocadura de la ría de Oriñón; esta pequeña península que se adentra unos 1.000 metros en el mar, presenta unos fondos submarinos muy singulares. Su parte oriental, protegida por los fuertes embates del mar, reúne en las lastras de sus tranquilas aguas algunos caracteres mediterráneos con profusión de comunidades de invertebrados fijos (antozoos y briozoos).

La zona noroeste, muy batida normalmente, es lugar de paso de ciertas especies de gran tamaño como robalizas, doradas, dentones y corvinas, entre otras.

Su proximidad a un gran núcleo de población como es Bilbao la hace estar expuesta a una tremenda presión por parte de numerosos pescadores submarinos.

Indice: Guía turística de Islas Canarias