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Dónde bucear en Tarifa (Islas Canarias)

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Dónde bucear en Tarifa (Islas Canarias)

Nota Lun 02 May, 2011

Situación

La localidad de Tarifa en España, está situada en el extremo sur de la provincia de Cádiz, ocupando la parte occidental de la comarca del Campo de Gibraltar, dentro de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Colinda al Este con Algeciras, al Nordeste con el término municipal de Medina Sidonia, y al Norte con los de Vejer de la Frontera y Barbate. Al Oeste limita con el océano Atlántico y al sur y Sudeste con el mar Mediterráneo.

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Imagen del satélite de la zona del Estrecho de Gibraltar


La primera referencia histórica de Tarifa la tenemos gracias a Plinio el Viejo (siglo I d.C.). Excavaciones arqueológicas y hallazgos de pinturas rupestres cercanas ponen de manifiesto la existencia de culturas muy antigüas en la zona, desde fenicios, cartagineses y romanos, pasando por los bizantinos y visigodos hasta llegar a los musulmanes. Sobre los escarpes y arenas de esa misma zona norte de la isla, en el canal que la separaba entonces del continente, existen dos fondeaderos, uno a levante y otro a poniente que sirvieron de lugar de atraque para el aprovisionamiento de los barcos de épocas remotas que navegaban hacia uno u otro lado del Estrecho y donde aún es posible encontrar algunos restos durante nuestras inmersiones.

Tarifa actualmente vive básicamente de la pesca y el viento. Es uno de los enclaves de mayor importancia pesquera de la zona, donde destaca su tradicional almadraba que proporciona importantes capturas de atún rojo para el mercado nipón. Sin embargo, no se práctica la pesca de arrastre, la modalidad más dañina, lo que proporciona "cierta protección" a las especies que pueblan sus fondos. Por otro lado concentra a miles de windsurfistas durante la primavera y el verano, ávidos de viento que les permita cabalgar las olas con sus pequeñas velas.

Dentro de su término municipal se encuentra el punto geográfico situado más al sur de la Península Ibérica y por consiguiente del continente europeo, se trata de la Punta de Tarifa o Marroquí, accidente geográfico que se sitúa en la Isla de las Palomas, unida hoy a la propia ciudad por medio de una carretera-calle, que sirve de acceso al faro marítimo de Tarifa que en ella se ubica, y que marca la puerta europea del Estrecho.

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La Isla de las Palomas


Anteriormente ocupada por un destacamento militar dotado de una batería de protección costera, la Isla de las Palomas es hoy un recinto custodiado por la Guardia Civil y utilizado para albergar y proporcionar refugio a los inmigrantes que cruzan el Estrecho de forma ilegal.

El Cabo o Punta de Tarifa sirve además de línea divisoria a las aguas del mar Mediterráneo y del océano Atlántico, cuyas aguas se cruzan justo enfrente de la propia ciudad, originando fuertes corrientes que, junto a los fuertes vientos reinantes en la zona, han ocasionado más de un naufragio. Tarifa está situada en la parte más angosta del Canal o Estrecho de Gibraltar, a una distancia máxima de 14 kilómetros de las costas marroquíes, lo que la convierte en la ciudad europea más cercana al continente africano.

El buceo en Tarifa

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Ojo de una sepia (Sepia officinalis)


Las inmersiones en la zona de Tarifa, y en todo el Estrecho, se caracterizan fundamentalmente por los fuertes vientos reinantes en la zona que a menudo complican el estado de la mar e imposibilitan el buceo en zonas determinadas. Además la unión de dos grandes masas de agua como son el mar Mediterráneo y el océano Atlántico crean importantes y peligrosas corrientes, que pueden acarrearnos graves problemas si no se conoce la zona. Es imperativo bucear en los paros de marea y con guías locales. Bucear por libre puede traer consecuencias imprevisibles.

En la isla encontramos dos zonas de buceo bastante bien diferenciadas. Desde su extremo sur hacia el este, disfrutamos de unos fondos típicos del litoral mediterráneo que abarca desde la cala del Tolmo hasta la punta Marroquí. Caracterizado por un perfil de inmersión más acusado, compuesto de acantilados rocosos. Si nos dirigimos hacia el oeste, bucearemos en el sector Atlántico que se extiende desde la referida Punta Marroquí hasta la población de Zahara de los Atunes.

A lo largo de los siglos, Tarifa ha sido colonizada al tratarse de un importante punto de paso desde el continente europeo a África y entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Todo ello nos hace pensar que fenicios, cartagineses, romanos, bizantinos, visigodos y musulmanes, habitaron en los antiguos asentamientos de la ciudad y que incluso convirtieran en base naval y militar los fondeaderos existentes a levante y poniente de la isla de las Palomas. Por todo ello son numerosos los restos arqueológicos que pueden observarse en sus aguas, como un campo de ánforas procedente de algún naufragio, que se encuentra a 45 metros de profundidad frente a la bocana del puerto actual.

La Isla de las Palomas está situada a cinco minutos en barco desde el puerto pesquero. Para bucear allí podemos hacerlo contratando los servicios de los centros de buceo de la zona o bien hacerlo desde la propia isla accediendo en coche a través del puente que la comunica con Tarifa y si previamente hemos tramitado los permisos necesarios puesto que se trata de un enclave militar.

La reciente declaración de Parque Natural podría acarrear restricciones o cupos de buceadores en un futuro inmediato.

La unión en la zona de los nutrientes transportados por aguas mediterráneas y atlánticas y su privilegiada situación, contribuyen a una riqueza de fauna y flora submarinas difícil de encontrar en otro punto de la península ibérica.

Las mejores inmersiones

El pecio del San Andrés

Se trata de un barco construido en madera propulsado a vela-vapor e impulsado con palas que naufragó a principios del siglo XX. En la actualidad sus restos se encuentran habitados por morenas y congrios de tamaños inverosímiles a los que se puede observar nadando libremente fuera de sus refugios entre los restos de madera del pecio. Sus restos se hallan a una profundidad entre 25 y 30 metros y están totalmente colonizados por el pólipo anaranjado Astroides calicularis. Entre los peces más comunes destacan grandes bancos de sargos y dentones.

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Los centollos (Maja squinado) son abundantes entre los restos del Pecio


La historia de este pecio ha sido recopilada por el Club Capitán Garfio de Tarifa de la cual extraemos algunos pasajes interesantes:

"La historia comenzó en el año 1856, cuando la malagueña familia Heredia, una de las más ricas de España, decidió realizar un crucero hasta Sevilla para asistir a la Feria de Abril. Para ello, algunos de sus miembros embarcaron en el vapor Miño, una nave construida en Inglaterra en 1853 propulsada por dos calderas de vapor que movían unas enormes palas como las que aun pueden verse en algunos barcos que surcan las aguas del río Mississipi. Junto a Trinidad Grun, viuda de Manuel Heredia, embarcaron sus dos hijas de corta edad, Isabel y Manolita. Les acompañaban miembros de otras familias de la alta burguesía malagueña.

La travesía discurrió con normalidad hasta Punta Carnero. A partir de ahí se dice que la leve neblina que se forma los días que el levante sopla con fuerza en volvió las aguas del Estrecho y con ellas a los barcos que por allí navegaban. A eso de las diez de la noche, la fragata Minden, un buque inglés que entraba en el mediterráneo a toda vela abordó el Miño, provocándole una vía de agua de tales dimensiones que en unos minutos el vapor escoró a babor embarcando varias toneladas de agua. Al parecer su capitán puso proa a tierra para tratar de salvar la nave embarrancándola en la playa más próxima, pero tuvo la mala fortuna de que el navío se fue contra la isla de Tarifa, seguramente debido a la falta de gobierno que sufría por el agua acumulada. Parte de su tripulación ganó la orilla a nado, entre ellos Trinidad Grun, que pudo salvar la vida gracias a un grueso abrigo que le hizo de flotador enredado en otros enseres del barco que flotaban. Sus dos hijas desaparecieron tras la colisión. La tragedia se saldó con sesenta y cuatro muertos de los ochenta y dos ocupantes que llevaba la nave entre pasaje y tripulación.

Hasta hoy nadie sabía cuál había sido el lugar exacto en el que el MIÑO naufragó. Doña Trinidad Grun tardó mucho tiempo en recuperarse de tan dura experiencia. Dicen sus biógrafos que a partir de este trágico accidente, en el que perdió a sus dos únicas hijas, se dedicó a las obras de caridad, destinando gran parte de su inmensa fortuna a la construcción de escuelas, residencias de ancianos y dispensarios médicos. En su testamento ordenó que cuando muriese la amortajaran con aquel abrigo de grueso paño que le había mantenido a flote y que al parecer era el último vínculo de unión con aquellas niñas ahogadas en el naufragio.

Desde el año 1978 los buceadores venían bajando al pecio de un barco situado en el veril cercano a la isla de Tarifa, al que todos llamaban San Andrés, ya que en él se habían encontrado unas barras de plomo grabadas con ese nombre. También se hallaron varias botellas de cristal, ciertamente antiguas, en las que se podían leer las palabras London Hows Chemists. Tras una somera investigación se dataron entre 1850 y 1860, fecha, por otra parte, que correspondía con el fatídico naufragio del Miño. Pero el pecio se quedo con el nombre de San Andrés durante muchos años más, a pesar de que en los registros de buques españoles e ingleses no se pudiera encontrar ningún vapor movido por palas que naufragase en esa época y que ostentase dicho nombre. Años después, y buceando en las proximidades de un lugar llamado Punta Marroquí, se descubrieron dos grandes calderas de un barco repletas de centollos, y que por fuerza tuvieron que pertenecer a un vapor. Estaban situadas a no más de trescientos metros al oeste de la isla de Tarifa, y a unos veinte metros de profundidad. Comunicado el hallazgo al investigador naval Fernando García Echegoyen, constatando este que dichas calderas muy bien podían pertenecer al Miño, y que la situación donde se encontraron evidenciaban que la nave se había ido desmontando mientras navegaba tratando de embarrancar en el lugar más próximo. Esta era una maniobra que realizaban todos los capitanes cuando la nave que mandaban ya no podía salvarse y tenían cerca la costa. El investigador naval descubrió también que los lingotes que habían aparecido con el nombre San Andrés podían pertenecer al Miño, pues estas piezas de metal se embarcaban a modo de lastre y en función de la carga que llevase el buque. Daba la casualidad que la fundición de hierro propiedad de la familia Heredia, y de la que todavía quedan dos inmensas chimeneas, estaba situada en al malagueña playa de San Andrés, por lo que y como era costumbre, muy bien pudieron grabar en ellas el nombre del lugar donde habían sido fundidas".

Pecio de Las Calderas

Se trata de las grandes calderas de un barco de vapor inglés del siglo XIX, de unos 50 metros de eslora y 8 metros de manga que probablemente naufragó al estallar alguna de sus calderas y otros restos hundidos en la zona de poniente de la Isla de Tarifa a una profundidad entre 10 y 20 metros. Se trata de una zona batida por fuertes corrientes, lo que hace necesaria experiencia en este tipo de inmersiones, aunque no se encuentra a mucha profundidad.

Pecios de Los Lances

En esta zona están hundidos varios pecios muy interesantes. Destaca un pecio de 120 metros de eslora hundido a la altura de la playa de los Lances en un fondo de lodo y arena a una profundidad entre 16 y 32 metros, lo que hace que deba ser visitado con buenas condiciones de mar para tener cierta visibilidad. En esta zona no puede bucearse durante la primavera debido a que en esta época del año se coloca la almadraba y los clubes de la zona sólo ofertan las inmersiones de la Isla de las Palomas.

Punta Marroquí

Inmersión que parte de una plataforma sumergida a poca profundidad frente a la boca del Estrecho, hasta alcanzarse profundidades de 60 metros o más. En esta zona podemos encontrar langostas, bogavantes, meros, centollos, aguilas de mar y avistar pelágicos, cetáceos y tortugas de paso por el Estrecho en sus migraciones del Mediterráneo al Atlántico o viceversa.

Las Laminarias

Bosque de laminarias situado entre 22 y 26 metros de profundidad, con hojas de hasta 3 metros de largo que se mueven acompasadamente con la corriente. Conviene echar un vistazo a sus hojas donde viven numerosos organismos diminutos.

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Campo de laminarias


Campo de ánforas

Zona poblada de numerosas ánforas exparcidas por el fondo marino a 40-45 metros de profundidad.

Los Cabezos

Impresionante zona de bajos montañosos situados a 9 millas naúticas de la Isla de las Palomas, en mitad del Estrecho de Gibraltar, donde es posible bucear muy pocas veces debido a las fuertes corrientes que existen y al gran tránsito de buques. Es posible contemplar cualquier especie de paso entre los restos de los diversos pecios hundidos al chocar con este bajo.

Las Piscinas

Zona junto a la costa en la cara de levante, con fondo de rocas tapizadas de diferentes pólipos y esponjas.

Otras inmersiones son: el Pecio de las Gorgonias, el Pecio Puerto Pajares, La Lavadora, Cala de Levante, Cala de Poniente, Las calles.

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Pared tapizada de pólipos (Astroides calicularis)

Dónde alojarse

Hostería La Casa del Comandante
C/ Alcalde Juan Núñez, 8
11380 Tarifa (Cádiz)
Teléfono/Fax: 956 68 19 25

Hostal Facundo
C/ batalla del Salado, 47
11380 Tarifa (Cádiz)
Telf.: 956 68 42 98 / 956 68 45 36

Dónde comer de tapeo

Restaurante El Ancla
Avda. Fuerzas Armadas, 15
Telf.: 956 68 51 44

Centros de buceo de Tarifa

- Centro de buceo Tarifa Diving

- Centro de buceo Tarifa

- Cies-Sub

Indice: Guía turística de Islas Canarias



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