Qué hacer en Islas Baleares

Visitando Mallorca

- En la capital, pasear por el casco viejo -asomándose sin recato a los patios de las casas señoriales-, la Catedral y la Almudaina, el Borne y Jaime III y el castillo redondo de Bellver.
- Realizar el recorrido del tren de Sóller admirando el paisaje. Mediterráneo en vena.
- Las recónditas calas de la zona comprendida entre Porto Petro y Porto Cristo.
- La cala Sa Calobra, bajo la Sierra de Tramuntana. Merece la pena recorrer los doce kilómetros de curvas para llegar a sus escasos 80 m de arena.
- El pueblo de Banyalbufar y su cala.
- Los pueblos de Sóller, Deiá y Valldemossa y el monasterio del Lluch.
- El cabo de Formentor, con los cristalinos fondos de cala San Vicente.
- La playa de Can Picafort, el pueblo de Artá y la zona de Capdepera.

Visitando Menorca

- Mahón, que cuenta con uno de los puertos más bellos de todo el Mediterráneo; también el de Ciudadela, sobre todo si lo contemplas desde el mirador de la histórica Plaça des Born. No te pierdas los acantilados y las calas de su Costa Norte.

Visitando Baleares

- Incluye en tu viaje una visita al pueblo marinero de Binibeca (a 8 Km de Mahón). Sus casas blancas y estrechas callejas, así como el puerto y sus playas parecen sacadas de un cuento

- En la zona centro de la isla el Monte Toro, su mayor elevación. Su cima se convierte en un mirador privilegiado desde donde se pueden contemplar unas vistas espectaculares. Encontrarás además el Santuario, construido hace tres siglos.

- Al sureste de Ciudadela, las calas Macarella, Turqueta y Son Saura, pequeños paraísos que permanecen intactos. También encontrarás calas dormidas en la costa que va de Bingaus a Cala Mitjana, tales como Cala Fustam o Cala de Trabalúger.

- El Cabo de Caballería, a 13 Km al norte de Es Mercadal, ubicado en uno de los parajes más bellos de las Baleares. Cuenta con acantilados de cerca de 90 m de alto. Al oeste las playas vírgenes más encantadoras de la isla, aunque son de difícil acceso.

Visitando Ibiza

- En la capital un recorrido por la Ciudad Alta o Dalt Vila, su casco antiguo, una pequeña ciudadela que custodia la bocana de la bahía. Al conjunto le presta su aspecto medieval las calles estrechas y empinadas, con espectaculares mansiones nobles de ventanas góticas y amplios patios,

- En cuanto a las playas y calas, la isla entera está llena de rincones paradisíacos para darse un chapuzón sin "textiles" o contemplar paisajes que sólo merodean por los sueños. En los alrededores de San Antonio Abad, recomendamos varias calas de fácil acceso como Cala Gració, Cala Bassa y Cala Vedella. En la costa norte destacan las playas de S´Aigua Blanca y en los alrededores de Portinatx, las Calas Sant Vicent, Xarraca y Portinatx.

En Santa Eulalia del Río, se impone realizar una pequeña ascensión al monte Puig de Missa, en cuya cumbre se ubica una recoleta iglesia del siglo XVI y darse un paseo el casco antiguo de la ciudad.

Visitando Formentera

A Formentera se va tumbarse y disfrutar de sus espléndidas playas vírgenes. Las mejores son las de Migjorn, al sur de Sant Francesc, las de Tramuntana y Cala Saona, al este y al oeste de la capital de la isla. La playa de Llevant, de camino al islote de S´Espalmador, también merece visita igualmente sosegada.

Visitando Cabrera

Si te gusta el submarinismo, no puedes irte sin visitar la reserva marina de la isla de Cabrera, en la que podrás ver la fauna mediterránea tal y como era hace 50 años. En masdebuceo podrás encontrar más información.

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