Qué ver en Cantabria

El pueblo de Santillana del Mar, conocido también como “la villa de las tres mentiras” porque ni es santa, ni es llana ni tiene mar.



El origen de esta ciudad, considerada monumento histórico-artístico nacional, se remonta a los primeros siglos de la Edad Media, cuando una serie de monjes se asentaron en la zona fundando una ermita. Con el tiempo la ermita se convirtió en monasterio y luego en un dominio señorial, no siendo hasta el siglo XII cuando se crea la actual colegiata.

La espectacular cueva de Altamira, uno de los mejores exponentes del arte rupestre y declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Situada a 32 Km de Santander y a 2 de Santillana del Mar, es la más conocida de las que hay en Cantabria. Dado que su entrada está limitada, es aconsejable solicitar la visita al menos con un año de antelación, para días laborables y con un año y medio si se trata de fin de semana, a la dirección del Centro de Investigaciones de Altamira, en Santillana del Mar.

La ciudad de Comillas, durante el siglo XIX residencia veraniega de Alfonso XII y su corte, cuenta con un importante centro monumental. Entre sus construcciones más destacadas está “El capricho” de Gaudí, una de las tres únicas obras de este genial arquitecto situadas fuera de Cataluña y hoy reconvertida en restaurante. La capilla panteón de los marqueses de Comillas, de estilo neogótico y el palacio de Sobrellano son otros dos importantes monumentos, que junto con la Universidad Pontificia son de obligada visita en esta ciudad.

San Vicente de la Barquera, villa marinera por excelencia. Entre sus fiestas más populares destacan La Foliá, procesión marítima de la Virgen que se celebra el segundo domingo después de Pascua y la procesión del Carmen. Es además un lugar de paso entre Asturias y Cantabria y uno de los destinos turísticos preferidos de la región.

La monumental Castro Urdiales, famosa por su casco antiguo, iglesia gótica y castillo.

La capital, Santander. Esta ciudad situada en torno a una bahía y que cuenta con un gran desarrollo hotelero es famosa por sus espléndidas y refinadas playas. Además, desde que se fijara allí una de las sedes de la UIMP se ha acentuado el carácter turístico de la capital cántabra, especialmente en verano. Quien vaya a Santander no puede dejar de ver las espectaculares playas de El Sardinero y la Magdalena, así como el bonito palacio situado en la península de este mismo nombre.

El Parque Nacional de Picos de Europa, famoso por sus espectaculares picos y desfiladeros. Si coges el teleférico de Fuente Dé, situado a 24 Km de Potes, en tres minutos y medio estarás en el Macizo Central del parque.

Potes, capital del valle del Liébana muy próxima a los Picos de Europa, cuyo casco urbano ha sido declarado monumento histórico-artístico.

Una visita a la iglesia visigótica de Sta. María de Lebeña, en dirección a Potes donde se ha intalado un curioso altar de culto solar.

El valle de Cabuérniga, uno de los más bellos de España, situado entre los ríos Saja y Besaya. Cuenta con un rico hábitat natural y populares pueblos.

Una de las mejores estampas costeras de Santander es la isla de Virgen del Mar, una pequeña isla en la que se asienta un bonito santuario. Todo ello, dentro del municipio de Santander, pero fuera de su núcleo urbano.

El Parque natural de Cabárceno, uno de los más importantes de la Comunidad Autónoma, donde podrás admirar todo tipo de especies animales, desde jirafas e hipopótamos hasta avestruces, en un hábitat que no es el suyo.

Cervatos, un pueblecito cercano a Reinosa, que cuenta con varias iglesias románicas y también su espléndido monasterio.


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