Qué ver en Cataluña (España)

Elegir qué ver en Cataluña puede convertirse en un auténtico dilema, sobre todo si el turista dispone de pocos días o semanas. Aun poseyendo un territorio muy pequeño, el país incluye multitud de zonas atractivas. Pero como la realidad se impone, hay que escoger. Nosotros hemos preparado una selección que pueda contentar a viajeros de todas las inquietudes posibles:



Barcelona, por su carácter monumental, con los focos de arquitectura modernista, las obras de Antoni Gaudí, el barrio Gótico, las Ramblas, la Vila Olímpica y el ambiente de copeo nocturno.

Montserrat, una de las montañas más peculiares del mundo. Su magnetismo es mágico, tanto desde la lejanía como una vez dentro de sus calladas paredes de conglomerados. Escuela de escaladores, es también la cuna de muchos excursionistas. En el interior del macizo hay varios trenes singulares que dan acceso a la Santa Cova, donde se encontró la talla original de la Virgen; a Sant Joan; y también al monasterio propiamente dicho.

La Costa Brava, desde Blanes hasta Portbou, con acantilados de granito rosa, villas marineras y selectos restaurantes, además del paisaje interior de las comarcas del Ampurdán y la Selva, que seduce al más impertérrito de los viajeros.

Dentro de la costa Brava el Parque Natural del Cap de Creus. Pueblos costeros como Port Lligat, Roses o Cadaqués y los maravillosos paisajes submarinos del Parque lo convierten en una visita obligada.

Girona, una de las ciudades más bellas del país, con su casco antiguo laberíntico, la judería y un gusto por la buena vida característico de la localidad.

Las Islas Medas, son un archipiélago de 21,5 hectáreas de superficie formado por siete islas y algunos islotes, y están situadas a 1 milla escasa de l´Estartit. Forman un sitio ideal para la práctica del buceo.

El Pirineo de Girona, con puntos tan atractivos como la zona volcánica de la Garrotxa, la mayor concentración de conos de la Península Ibérica, el santuario de Núria o la comarca de la Cerdanya, con sus valles luminosos y sus estaciones de esquí.

El Pirineo de Lleida, donde se encuentran la concentración de arte románico más importante del mundo. Las comarcas del Val d’Aran -ésta muy singular por ser la única de Cataluña situada en la vertiente norte de la cordillera-, la Alta Ribagorça y el Pallars Jussà y Sobirà, con interminables posibilidades para el excursionismo y la práctica de los deportes de aventura.

La ciudad de Tarragona, encarada al Mediterráneo y con una impresionante herencia de arte y arquitectura romanos.

El Delta del Ebro, uno de los parajes más insólitos y de mayor valor ecológico.

La Ruta del Císter, en la Tarragona interior, que incluye los monasterios cistercienses de Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges.

La Costa Daurada, con centros de diversión para los más juerguistas y un punto que los chavales no querrán perderse, el parque temático de Universal Studios’s Port Aventura.

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